1. El Bastei, Suiza Sajona, Sajonia
La Suiza Sajona sorprende por sus formaciones rocosas impresionantes e características en las que los acantilados y cuevas se alternan con bosques verdes. Es uno de los fenómenos de la naturaleza más impresionantes de Alemania y un lugar que no deberías perderte por nada del mundo. Tanto si te gusta caminar como no, las montañas de arenisca del Elba te recompensarán con creces. Cálzate las botas y prepara un viaje de sueño.
2. El lago azul de Blautopf, Blaubeuren, Baden-Wurtemberg
El profundo color azul de este lago azul de cuento de hadas es algo que te costará olvidar. En este rincón mágico naturaleza y arquitectura se funden para dar la impresión de que estás dentro de una leyenda o un mito. Da un paseo a su orilla, disfruta de las vistas y graba cada instante en tu retina.
3. Géiser de Andernach, Renania-Palatinado
El fascinante géiser de Andernach está situado en la región volcánica de Eifel y, según los expertos, el dióxido de carbono que impulsa el agua hacia las alturas proviene de una cámara de magma situada debajo de la roca volcánica. Visita el Centro de Visitantes y luego toma una barquita para llegar hasta el géiser. Podrás ver cómo el agua hierve, como hace ruido hasta que finalmente escupe una fuente de agua que supera las copas de los árboles, a más de 60 metros de altura.
4. Piedras externas, Bosque Teutónico, Renania del Norte-Westfalia
Conocidas en alemán como externsteine, las piedras externas son un complejo megalítico de dimensiones tan majestuosas que te quitará el aliento. Hay varias columnas de roca arenisca, altas y estrechas, que se levantan en la región del Bosque Teutónico, a escasa distancia de la localidad de Detmold. Son fabulosamente llamativas y si puedes verlas nevadas alucinarás.
5. Lago de Laach, Renania-Palatinado
Este sorprendente lago con un diámetro de 2 kilómetros está en la cadena montañosa de Eiffel y forma parte del campo volcánico del este de Eiffel: Vulkaneifel. El lago de Laach ese formó hace más de 12.000 años tras una erupción que dejó esta caldera llena de agua que le da un encanto especial al entorno. Está atento a las burbujitas de CO2 que se dejan ver en la costa oriental y que evidencian la actividad volcánica latente.
6. Garganta de Höllental, Garmisch Partenkirchen, Baviera
Regálate una experiencia natural única en Alemania y camina por la inimitable garganta de Höllental. Este rincón de naturaleza en estado puro cautivará tus sentidos. El arroyo Hammersbach, de aguas glaciales, discurre a los pies de las paredes de roca de más de 150 metros, haciendo rodar cantos y derramándose en piscinas naturales con espuma de un blanco lechoso, creando un gran estruendo que te acompañará en tu ruta. Cruza túneles, respira aire puro y disfruta de cada minuto.
7. Gargantas del Danubio, Weltenburg y Kelheim, Baviera
Explorar la reserva natural de Weltenburg desde un barco es una experiencia que permite apreciar como nunca el espectacular paisaje de las Gargantas del Danubio. En esta zona, el río fluye entre barrancos y acantilados de piedra caliza, forjando un entorno idílico. No digas que no te hemos avisado cuando te quedes prendado del lugar.
8. Campos de brezo de Lüneburg, Baja Sajonia
¿Quién necesita campos de lavanda cuando tienes el vibrante brezo de Lüneburg? La mayor sección de brezales de Europa central luce sus matices de violeta con orgullo y da lugar a un paisaje precioso. Los amantes de la fotografía disfrutarán como niños con las posibilidades que este color les brinda. Pero la zona de Lüneburg tiene mucho más por ofrecer que prados púrpura: páramos, bosques dispersos, arroyos y pueblos tradicionales que te encantará explorar.
9. Kniepsand, isla de Amrum, Schleswig-Holstein
Kniepsand es una región de dunas, un banco de arena en el mar ideal para tomar el sol y gozar de un paisaje en continuo cambio. Esta maravilla natural de Alemania se desplaza cada año 50 metros y forma un entorno desértico singular en el que cualquiera querría perderse unos cuantos días en busca de calma y tranquilidad.
10. Distrito de los lagos de Mecklemburgo, regiones de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Brandemburgo y Schleswig-Holstein
Si quieres ir de vacaciones a “el país de los mil lagos” tienes que ir al norte de Alemania. Como su nombre indica, aquí podrás disfrutar de muchísimos lagos, tantos que no podrás contarlos (o sí, allá tú), entre los cuales destaca el de Müritz que, con una superficie de 100 kilómetros cuadrados, es el más grande. Descubre este paisaje a pie o en piragua (o incluso nadando).
11. Lange Anna, Isla de Helgoland, Schleswig-Holstein
La “Alta Anna” tiene 47 metros y es un pilar de piedra enorme en la isla del Mar del Norte de Helgoland, en Alemania. Esta curiosa formación rocosa es una visión y atrae cada año a cientos de miles de visitantes dispuestos a contemplar su majestuosa elegancia natural. Una de las maravillas naturales de Alemania, Lange Anna ha sobrevivido al paso del tiempo aunque poco a poco la erosión está haciendo su trabajo y cualquier día podría dejar de ser la que es. Así que ya lo sabes, ¡date prisa y ve a verla!
12. Yacimiento de fósiles, Holzmaden, Baden-Württemberg
Sigue la senda de los dinosaurios y acércate a ver los restos fósiles de criaturas de hace millones de años que han hecho famoso a Holzmaden. Podrás admirarlos con detalle en el museo que se ha construido sobre el ilustre yacimiento fósil. Es especialmente interesante si te gustan la historia y la naturaleza… y a los niños les fascinará. Además, ver estas piedras antiquísimas te hará sentirte súper joven.
13. Tüchersfeld, Franconia Suiza, Baviera
Un paisaje fabuloso junto a casas monísimas. ¿Qué más podrías pedir? En Tüchersfeld matarás dos pájaros de un tiro: podrás ver la idiosincrática formación rocosa que parece desafiar a la gravedad de cera… y también explorar el Museo de la Franconia Suiza, justo debajo de las coquetas casas de piedra. Es emocionante ver cómo naturaleza y arquitectura se dan la mano.
14. Cascada de Bad Urach, Baden-Württemberg
Muy cerca de Tübingen y con su propia parada de tren, la hermosa Cascada de Urach es un lugar refrescante en el que podrás disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Con más de 35 metros de altura podrás admirarla desde abajo y desde arriba, ya que en la parte superior de la catarata hay una zona estupenda para hacer un picnic. ¿A qué esperas?
15. Mar de Wadden, Mar del Norte
El Mar de Wadden es uno de los fenómenos naturales más notables de Alemania. Este lugar es un verdadero paraíso para los animales y las plantas. Los visitantes se encontrarán aquí muchísimas especies migratorias, pero también una buena cantidad de patos y gansos autóctonos. En verano es fácil avistar focas en el Mar de Wadden, e incluso alguna marsopa. Si quieres disfrutarlo de verdad, alquila una bicicleta y déjate llevar por un lugar único.
16. Cascadas Kuhflucht, Baviera
Las cascadas Kuhflucht son uno de los saltos de agua más altos de Alemania y están formadas por tres cataratas que, una sobre la otra, llegan a los 270 metros. Están rodeadas por un bosque frondoso y para llegar hasta ellas hay que seguir el sendero del Rey… ¡Te encantarán!
17. Valle del Bode, Sajonia-Anhalt
La garganta del Bode es un arroyo de 10 kilómetros que forma parte del Valle del Bode, en el centro de Alemania, y que es un verdadero paraíso para los senderistas y los amantes de la naturaleza. El río está en algunos tramos a 280 metros de profundidad, encajado en paisajes de cuento de hadas en una reserva natural idílica. ¿A qué esperas?
18. Garganta del Breitachklamm, Baviera
Si eres de los que todavía creen que sólo en grandes cordilleras como los Andes o los Alpes se pueden encontrar gargantas espectaculares es porque no has estado en la de Breitachklamm, una de las más espectaculares y profundas del centro de Europa. Es un destino ideal en cualquier momento del año. En primavera y en verano podrás disfrutar del fresco, en otoño de los matices de color y en invierno del precioso paisaje helado.
19. Los 12 Apóstoles, Baviera
Baviera es una de las regiones con más encanto de Alemania… y encontrarás pocos tan bonitos como la peculiar formación rocosa de los Doce Apóstoles. Pese a que su nombre te haga pensar en una iglesia o algo así, este grupo de rocas domina el paisaje de Altmühltal. Así que anímate a verlos de cerca y a explorarlos en coche, bicicleta, barco o tren. Date una vuelta y sorpréndete.
20. Cascada Scheidegger, Baviera
Pese a tener tan sólo unos 10 metros de altura (y, por lo tanto, ser más pequeña que otras) la cascada Scheidegger es una maravilla. Contemplar la caída del agua majestuosa, directa a las profundidades es algo que deberías ver si estás en Baviera. Y ya puestos, cerca de estas cataratas hay otra igual de bonitas como la Reuther. Te sentirás como en una isla tropical. ¡Palabra!
21. Parque Nacional de Jasmund, Mecklemburgo-Pomerania Occidental
El Parque Nacional de Jasmund es una reserva natural idílica en una península al norte de la isla de Rügen y es famoso por albergar los mayores acantilados de tiza de toda Alemania que todo el mundo conoce como “La silla del rey” (o Königsstuhl, en alemán). Con 161 metros de altura, se precipitan sobre el Mar Báltico de una manera solemne mientras un océano de árboles verdes intenta llegar hasta el cielo. Un consejo: intenta verlos en barco.