Miles de creyentes se han reunido este 14 de abril en el Santo Sepulcro de Jerusalén para testimoniar el descenso del Fuego Santo, como sucede cada año antes de la Pascua ortodoxa.
Dentro de la Iglesia ortodoxa no existe una opinión única sobre la naturaleza del Fuego Santo, pero la mayoría de los representantes eclesiásticos se refieren al suceso como a una 'ceremonia de consagración del Fuego' que simboliza la salida de Cristo resucitado del sepulcro. Entre los ortodoxos hay muchos que creen en el origen milagroso de este acontecimiento, ya que en el altar no hay fuentes de fuego y el Patriarca tampoco porta elementos que pudieran provocarlo.
Dentro de la Iglesia ortodoxa no existe una opinión única sobre la naturaleza del Fuego Santo, pero la mayoría de los representantes eclesiásticos se refieren al suceso como a una 'ceremonia de consagración del Fuego' que simboliza la salida de Cristo resucitado del sepulcro. Entre los ortodoxos hay muchos que creen en el origen milagroso de este acontecimiento, ya que en el altar no hay fuentes de fuego y el Patriarca tampoco porta elementos que pudieran provocarlo.