La historia ha marcado el devenir de muchas ciudades y pueblos que por determinadas circunstancias, como catástrofes o conflictos bélicos, han quedado completamente abandonados, siendo hoy auténticos pueblos fantasma. Así, aquí tenéis varios ejemplos.
Kayaköy. En el suroeste de Turquía se encuentra el pueblo de Kayaköy, una zona que llegó a la cifra de 2000 habitantes a comienzos del siglo XX, en su mayoría griegos, y que actualmente se encuentra abandonado.
Su despoblación comenzó en 1923, después de la Primera Guerra Mundial, cuando los habitantes griegos comenzaron a abandonar la zona después de un acuerdo de intercambio de población entre los gobiernos de ambos países. Desde entonces, ha despertado el interés de empresas que buscaban lucrarse de este peculiar lugar, pero el Ministerio de Cultura de Turquía lo declaró zona de interés histórico.
Pripyat. El 26 de abril de 1986 se produjo uno de los peores accidentes nucleares de la historia en la central nuclear deChernóbil, en Ucrania. Como consecuencia, grandes zonas quedaron muy afectadas por la radiación, extendiéndose incluso a países vecinos como Bielorrusia. Así, la ciudad de Pripyat fue la que sufrió los mayores daños.
Esta ciudad, que fue levantada para los trabajadores de la central y sus familias, creció hasta alcanzar casi 50 mil habitantes. Sin embargo, tras el accidente tuvo que ser evacuada y desde entonces ha permanecido abandonada, pues 27 años después sigue siendo una zona altamente contaminada por la radiación.
Belchite. Es un municipio situado en la provincia de Zaragoza, que fue destruido durante la Guerra Civil española, en una de las batallas principales de la contienda. El pueblo quedó completamente arrasado, tras lo cual, Franco decidió dejar las ruinas intactas y reconstruir el pueblo al lado del original. En 1964 abandonaron el pueblo los últimos habitantes del Belchite viejo.
Centralia. Pertenece al estado de Columbia, en Pennsylvania. En 1962 se inició un incendio en un basurero, que terminó extendiéndose a una mina situada debajo del pueblo. Aunque el fuego exterior se pudo apagar, el carbón del interior sigue a día de hoy ardiendo. El pueblo fue evacuado casi al completo, debido al peligro que suponían factores como los gases tóxicos o las brechas que se abrían en el suelo.
Epecuén. Situado en Argentina, era una importante ciudad turística, que llegaba a albergar hasta 20 mil turistas en las temporadas altas, atraídos, sobre todo, por un lago cuyo índice de salinidad le asemejaba al Mar Muerto.
Sin embargo, este mismo lago provocó su destrucción, ya que las numerosas lluvias motivaron su desbordamiento, dejando la ciudad sumergida durante años. Actualmente el agua ha desaparecido, y sus calles en ruinas son todo un reclamo turístico.
Agdam. Esta ciudad de Azerbaiyán, que llegó a habitar a 150.000 personas, fue abandonada en 1993 cuando el ejército armenio la invadió durante la guerra de Nagorno-Karabaj. Además, con el objetivo de que nunca fuera repoblada, la bombardearon hasta dejarla en ruinas.