El corazón de los mares empezó a latir y su agitación hizo estremecer las aguas. Bajeles de todo tipo y los más grandes barcos no pudieron resistir sus convulsiones y de entre las olas surgió, amenazador, un gran león mientras la tormenta navegaba sobre la isla. Los antiguos habitantes malayos vieron con incredulidad cómo se transformaban sus vidas y cambiaron el nombre de su ciudad Temasek, ciudad marina, por el de Singa-Pura, la ciudad del león. Su rugido fue un reclamo que atrajo a todas las Asias. El león no motivó temor sino que propició la acogida y gentes de todas las razas acudieron a su llamada. También otros leones más lejanos pues la Corona Británica estableció en estas tierras uno de sus principales feudos. Durante el siglo XIX y gran parte del XX, el puerto de Singapur fue uno de los centros desde los que se distribuyeron hacia la lejana Inglaterra las inconmensurables riquezas que proporcionaba a los británicos su imperio.
Hoy, la pequeña isla pero gran ciudad, sigue encerrando el misterio de su señuelo. Transformada en un importantísimo centro financiero y comercial, sus calles siguen conservando los aromas de las más escondidas Asias. En la misma ciudad se puede rastrear la ancestral China, sumirse en la mitológica India, explorar el espíritu malayo o rememorar el mundo colonial europeo.
Eje de comunicaciones, sus muelles y aeropuerto son punto de encuentro, de entrada y de salida, imprescindible escala para Oceanía y los países del lejano oriente asiático. Una parada recompensará curiosidades y ansias.
La República de Singapur (en inglés: Republic of Singapore; en chino: 新加坡共和国, Xīnjīapō Gònghéguó; en malayo: Republik Singapura; en tamil: சிங்கப்பூர் குடியரசு, Siṅkappūr Kuṭiyarasu) es una isla y ciudad-estado situada al sur del Estado de Johor en la Península de Malasia y al norte de las islas Riau de Indonesia, separada de éstas por un estrecho. Con 707,1 km², es el país más pequeño del Sudeste de Asia. Singapur es el cuarto centro financiero más importante del mundo, y juega un papel preponderante en el comercio internacional y la economía mundial. Además, es el segundo país con más densidad de población en el mundo, después de Mónaco.
En sánscrito singha significa león, y pura, ciudad, por lo que Singapur se traduce por ciudad de los leones.
Singapur se sitúa entre Malasia, con la que limita al norte, e Indonesia al sur. Esta isla está unida a la península malaya por dos puentes. El primero lleva a la ciudad fronteriza de Johor Bahruen Malasia. El segundo, más al oeste, conecta también con Johor Bahru en los barrios de la región de Tuas.
El clima es tropical húmedo, con temperaturas de 30 °C de máximas y 23 °C de mínimas durante todo el año. La humedad es alta y hay un fuerte bochorno.
Singapur está formado además por otras sesenta y cuatro pequeñas islas, entre las cuales las más importantes son Jurong la isla artificial, la más grande y de actividad industrial, Sentosa, dedicada al turismo, la rural Pulau Ubin y la isla natural más grande Pulau Tekong. Puesto que Singapur es una sola ciudad, la división administrativa corresponde a las circunscripciones electorales, que son revisadas por cada legislatura para tener en cuenta la evolución demográfica.
Después de Mónaco, Singapur presenta la mayor densidad de población del mundo. El 85% de sus habitantes viven en municipios como Tampines en viviendas públicas construidas por elHouse Development Board (HDB).
La diversidad étnica también se pone de manifiesto en las lenguas oficiales. A pesar de ser un país muy pequeño, posee cuatro idiomas con el estatuto de oficial: inglés, chino (mandarín), tamil y bahasa (ambos: el indonesio y el malayo). Toda la población debe ser bilingüe, aprendiendo inglés y uno de los otros tres idiomas, dependiendo este otro del origen de los padres. Si ninguno de los padres es de alguna de las etnias que hablan uno de los otros idiomas (aparte del inglés), éstos pueden entonces escoger cuál de los otros tres idiomas estudiarán sus hijos en la escuela.
Por motivos de orden el gobierno de Singapur realizan un censo para medir la etnia y la religión de sus ciudadanos cada diez años, lo que permite tener una idea de la diversidad religiosa y la evolución de la misma.4
La religión en Singapur, al igual que en sus vecinos Malasia e Indonesia, está muy ligada a la identidad étnica. Así, la mayoría de chinos son budistas, la mayoría de malayos son musulmanes (de hecho el porcentaje de malayos y de musulmanes es prácticamente idéntico) y la mayoría de indios son hindúes. Donde existe más diversidad es en la comunidad china que, aunque mayormente budista, también tiene entre sus miembros un buen número de cristianos y taoístas.
Salvo por lo anterior, en general Singapur es un país que, desde tiempo colonial, se ha caracterizado por la tolerancia religiosa. Las instituciones gubernamentales y educativas promueven la enseñanza de la tolerancia y convivencia entre las religiones, e incluso existen centros religiosos donde diferentes confesiones rezan unidas, como por ejemplo el Templo Loyang Tua Pek Kong conocido por ser un sitio de reunión de budistas, hindúes y musulmanes. A pesar de ser una sociedad cosmopolita e industrializada la religión sigue siendo importante entre los singapurenses y muchos de los edificios más grandes de la ciudad son templos y centros religiosos.6
Singapur posee una economía de mercado libre, próspera, caracterizada por un entorno abierto. Tiene precios estables y uno de los PIB per cápita más altos del mundo. Junto con Hong Kong,Corea del Sur y Taiwán, se considera Singapur como uno de los “cuatro tigres asiáticos”.