INDIA

India: El Sur
Para conocer la India más profunda y tradicional es imprescindible viajar al sur del país, donde sus tesoros artísticos se combinan con sus gentes, danzas y ceremonias que han pasado inalteradas de generación en generación. El pasado colonial se muestra en ciudades como Chennai y Kochi (Cochin) y la espiritualidad en templos como el de Mahabalipuram, uno de los más antiguos del sur, el original templo de Ganga dedicado a Shiva, el templo de Tanjore, o el singular templo de la Roca, en Trichy. Dos ciudades imprescindibles son Madurai, centro de estudio y peregrinación de larga tradición, y Kerala, donde se puede navegar por sus famosos Backwaters.


India: El Norte
El Triángulo Dorado Delhi, Agra y Jaipur- es la mejor zona para realizar un primer viaje a la India. Delhi, la capital, combina su cara tradicional con modernos edificios; Jaipur, conocida como la ciudad rosa; y Agra, famosa por el mil veces fotografiado Taj Mahal. Además, son imprescindibles el fuerte de Amber, los relieves eróticos de Khajuraho y la ciudad santa de Benarés, culminación del misticismo hinduista. Un viaje repleto de experiencias imborrables.


India: Rajasthan
Rajastán es el estado con más color y fuerza de la India, y viajar a esta zona permite tomar contacto con el legado de los maharajas y los caballeros medievales rajputs. Sus ciudades están repletas de fastuosos palacios, imponentes fuertes y una sorprendente población. Entre sus ciudades destacan Jaipur, la ciudad rosa, que alberga el emblemático Palacio de los Vientos; el fuerte de Amber; los palacios de Udaipur; Jodhpur, la ciudad azul; y Jaisalmer, en el corazón del desierto de Thar, que fue escala en la ruta de la Seda.


India: Ladakh, El Tíbet indio
Región al norte de la India, situada en el corazón del Himalaya, es geográfica y culturalmente diferente del resto del país. Aquí la cultura tibetana se ha mantenido inalterada a través de los siglos en sus monasterios, conocidos como gompas, que se ubican en espectaculares emplazamientos. La capital, Leh, situada a 3.500 metros de altitud, destaca por su palacio real y sus monasterios. El fervor religioso queda patente en el templo dorado de Amritsar, dominado por los llamativos colores de los turbantes de los sikh.