El viaje por Noruega empieza en Bergen, una ciudad tan cálida y luminosa que rompe de entrada el estereotipo de la frialdad nórdica, para embarcar en el Hurtigruten, la ruta que realiza el viaje por mar más hermoso del mundo.
En los fiordos se asiste a una de las disputas más sobrecogedoras entre el agua y los montes indomables, se entra en contacto con el glaciar más grande de Europa y se descubren pueblos que luchan contra los rigores del clima aferrados a sus tradiciones.
Oslo, una ciudad tan futurista que parece sumergida en un bosque, nos descubre su corazón vikingo en la península de Bigdoy y nos hace sentir el calor de este pueblo que, aunque apenas tiene palabras para manifestar sus sentimientos, mientras dispone de más de cien para referirse a la nieve, es tan acogedor como amable.
En los fiordos se asiste a una de las disputas más sobrecogedoras entre el agua y los montes indomables, se entra en contacto con el glaciar más grande de Europa y se descubren pueblos que luchan contra los rigores del clima aferrados a sus tradiciones.
Oslo, una ciudad tan futurista que parece sumergida en un bosque, nos descubre su corazón vikingo en la península de Bigdoy y nos hace sentir el calor de este pueblo que, aunque apenas tiene palabras para manifestar sus sentimientos, mientras dispone de más de cien para referirse a la nieve, es tan acogedor como amable.
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