El Domingo de Resurrección en un pueblo mexicano se celebra con un impresionante espectáculo de fuego. Desde el siglo XIX los vecinos de Santa Rosa de Xochiac, cerca de la ciudad de México, queman enormes muñecos de carrizo y papel que representan a Judas Iscariote, uno de los 12 apóstoles de Jesús de Nazaret, que traicionó al maestro por dinero.
La quema de estos muñecos de unos 15 metros de altura simboliza para los creyentes de Santa Rosa de Xochiac la victoria del bien en la lucha contra el diablo. Petardos y fuegos artificiales acompañan al espectáculo que no solo atrae la atención de todo el pueblo, sino de multitud de turistas.
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