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El norte de Chile transcurre por el altiplano y un insólito desierto que alberga paisajes de belleza extraordinaria: el desierto de Atacama, considerado uno de los más áridos de la tierra. Alberga el salar de Atacama, el mayor de Chile, con lagunas pobladas de flamencos, y podemos recorrerlo partiendo desde la ciudad prehistórica de San Pedro de Atacama, situada a 2.450 metros de altitud.
El Sur
El sur de Chile nos muestra los increíbles paisajes patagónicos. Partiendo de su histórica capital, Santiago, en el que desde cualquier punto se puede divisar la majestuosa cordillera andina, hacia el sur, descubriremos los paisajes más espectaculares de la Patagonia y Tierra de Fuego. Con navegaciones entre lagos, fiordos y glaciares milenarios por la laguna de San Rafael o el Parque Nacional de Torres del Paine.
Isla de Pascua
Según la tradición oral, el pueblo Rapanui habría llegado a esta isla desde una mítica isla llamada Hiva (aunque habrían llegado desde la Polinesia, según la arqueología y otras disciplinas científicas); y su primer "ariki" (rey) habría sido Hotu Matu'a hacia el siglo IV de nuestra era.
Las montañas rocosas, una de las joyas más hermosas del país, recorren la costa este de Canadá. Todo un espectáculo de naturaleza que se despliega a su alrededor, con elevados picos montañosos e impresionantes paisajes. Los Parques Naturales de Banff y Jasper, sorprenden con una abundante fauna y una singular población con cowboys y nativos americanos en Calgary. Vancouver, la perla del Pacífico, es el foco cultural del oeste del país, con parques adornados con tótems que recuerdan su pasado más étnico. En Victoria, en Isla Vancouver, tendremos la posibilidad de embarcarnos en el océano para avistar orcas y ballenas.
En Australia, la isla continente, existen una serie de maravillas naturales únicas, como la Gran Barrera de Coral, la roca sagrada de los aborígenes en Ayers Rock, el desierto de los Pinacles, el Parque Natural de Kakadú, la Rain Forest o los paisajes que se muestran desde la Great Ocean Road. Es también un lugar de animales únicos, como el canguro y el koala, y alberga ciudades como Sydney con su espectacular bahía, o Melbourne, conocida como la ciudad jardín.
Australia (oficialmente, en inglés, Commonwealth of Australia: Mancomunidad de Australia) es un país ubicado en el hemisferio sur, en Oceanía. Ocupa la principal masa continental de la plataforma llamada Sahul, además de algunas islas en los océanos Pacífico, Índico y Antártico. Los países más cercanos a Australia son Indonesia, Timor Oriental y Papúa Nueva Guinea al norte, las Islas Salomón, Vanuatu y la dependencia francesa de Nueva Caledonia al noreste, y Nueva Zelanda al sureste. Australia es el sexto país más grande del mundo con una superficie de 7.686.850 km².
Su capital, Canberra, se encuentra en el Territorio de la Capital Australiana. La población en 2006 era de unos 20,6 millones de habitantes, concentrados principalmente en las grandes ciudades costeras: Sídney, Melbourne, Brisbane, Canberra, Perth y Adelaida.
Conocida por su gran cantidad de canales encontramos a Amsterdam, la capital de Holanda. La ciudad está situada al norte del país, y cuenta con una población de 760 000 habitantes.
Amsterdam es una de las ciudades más frescas, dinámicas y con más ambiente joven de toda Europa. No es conocida por sus grandes monumentos o su gran historia pasada, pero la ciudad ofrece una experiencia diferente, curiosa y merecedora de un viaje. Y es que cosas como los Cofee shops o el Barrio rojo son peculiaridades únicas en el mundo!
La mejor manera de conocerla es recorrer sus calles, pasear sin prisas y viajar en barco por sus canales. ¡Amsterdam te está esperando!
Casa de Anna Frank: es la casa-museo donde tuvieron lugar los acontecimientos que la pequeña judía Anna Frank escribió en su diario.
Barrio Rojo: también conocido como Red Light, es el barrio más famoso, pintoresco y turístico de la ciudad. Es conocido por los escaparates con luces rojas donde las prostitutas se exhiben. El barrio también está lleno de sex shops, restaurantes, hoteles y cafés. La calle llamada Warmoestraat es la más visitada.
Plaza Dam: es la plaza más importante de la ciudad. Está rodeada de importantes monumentos como el Monumento Nacional, un obelisco en homenaje a los soldados holandeses que murieron en la 2ª Guerra Mundial, y el Palacio Real, la sede de variados actos oficiales.
Plaza Leidseplein: es una de las plazas más céntricas. Es conocida por los abundantes espectáculos de los artistas callejeros. Antiguamente constituyó un aparcamiento donde se dejaban los carruajes antes de entrar en la ciudad. En la plaza encontramos el Teatro Municipal y el Casino de Holanda.
Canales y casas flotantes: Amsterdam es conocida por sus canales, la longitud de los cuales es de 75 km. Junto con los centenares de puentes que los cruzan, encontramos las casas flotantes. Esta nueva forma de alojarse empezó tras la 2ª Guerra Mundial, y fue iniciativa de los hippies.
Mercado de las flores: se trata de un mercado flotante donde se pueden encontrar todo tipo de flores (sobretodo tulipanes) semillas, artículos de jardinería etc. Es el lugar preferido de los holandeses para comprar flores.
Museos: el Van Gogh Museum y el Rijksmuseum son los más visitados de la ciudad. En el primero encontramos la mayor colección de obras del pintor, y en el segundo hay famosas obras del Siglo de Oro Holandés.
Platos que no os podéis perder: el rijsttafel (arroz con carne y verduras), erwtensoep (sopa de guisantes) y Kroketten (albóndigas) son algunos de los platos más típicos. De postre son comunes los pannekoeken (tortitas), appelgebak (pastel de manzana), y los stroopwafels (galletas con sirope).
Vida nocturna: la parte posterior de la plaza Dam hasta la Zona Roja está lleno de locales, cafés y restaurantes. Alrededor de Leidseplein se encuentran teatros y otros muchos locales como cines y cafés. Finalmente, la plaza de Rembrandtplein está repleta de clubes nocturnos.
Desde el Cairo, una ciudad bulliciosa y vibrante, con sus legendarias pirámides de Giza, Keops y Micerinos y la famosa esfinge con cuerpo de león y rostro del faraón Kefrén, el Nilo desciende a la historia antigua de los templos faraónicos de las riberas del Nilo. Dos enclaves imprescindibles son Asuán, con su conocida presa y su paisaje de falúas, y Luxor, con sus famosos templos y lugar de acceso al Valle del Reyes. Además, el siempre impresionante templo de Abu Simbel y el mundo marino de la costa del mar Rojo en Sharm el Sheik y Hurghada.
Los Oasis
Más allá del Nilo, Egipto tiene otros tesoros de renombrada trascendencia en la historia en el país de los faraones. Los oasis occidentales son un cúmulo de sorpresas en el inmenso pero atractivo desierto Líbico. Destacan Farafra y Dakhla, auténticos vergeles gracias a sus prolíficos manantiales que riegan frutales y plantaciones de arroz, Kharga y su necrópolis cristiana, punto ineludible en la ruta de los 40 días de las caravanas, y Siwa, donde Alejandro Magno se proclamó Dios.
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