Los cenotes son pozos bajo el agua, formado cuando las cuevas de piedra caliza colapsan. Existen varios tipos de cenotes como el de cielo abierto, semiabiertos y subterráneos, siendo de agua dulce, salada o ambas.
Los Mayas pensaban que los cenotes eran portales en donde podían comunicarse con sus dioses, encontrándose restos de sacrificios humanos y además era su fuente de agua dulce en esta antigua civilización.
Entre los nombres de cenotes que se encuentran son: Cenote de Cuzama, Cenote Sagrado, Cenote Zací, Cenote Samula, Cenote Zahil-Ha, Río Secreto, Cenote Aktun Chen, etc.
El cenote que se muestra en las fotografías es uno de los 7,000 que se encuentra en la Península de Yucatán en México.
Mas información:
La palabra Cenote viene del vocablo Maya tz'ono'ot o d'zonot, -que significa: "caverna subterránea con depósito y corriente de agua". -Este término se ha generalizado para designar a la mayoría de las manifestaciones kársticas en la Peninsula de Yucatán. Segun la mitología Maya, los Cenotes son la entrada al Inframundo, al "Xibalbá"; - el reino de los Bolontikú o nueve señores de la noche, coexistentes sagrados de los Oxlahuntikú o 13 deidades del supramundo; unidad conceptual indivisible en la cosmovisión Maya.
El término Cenote denota cualquier espacio subterráneo con agua, con la única condición de que esté abierto al exterior en algún grado, es decir, incluye toda manifestación kárstica que alcance el nivel freático. El número aproximado de cenotes en la península no se ha estimado dada la dinámica existente en su formación, pero el número estimado en el estado de Yucatán va de los 7 000 a los 8 000 cenotes; la cobertura de bosque ha hecho más difícil el cálculo para los estados de Campeche y Quintana Roo.
En la actualidad los cenotes aún constituyen la fuente primordial para el aprovisionamiento de agua de las poblaciones de la península; aun las pujantes ciudades de Mérida, Cancún o Playa del Carmen dependen de los mantos acuíferos para su desarrollo.
La palabra Cenote viene del vocablo Maya tz'ono'ot o d'zonot, -que significa: "caverna subterránea con depósito y corriente de agua". -Este término se ha generalizado para designar a la mayoría de las manifestaciones kársticas en la Peninsula de Yucatán. Segun la mitología Maya, los Cenotes son la entrada al Inframundo, al "Xibalbá"; - el reino de los Bolontikú o nueve señores de la noche, coexistentes sagrados de los Oxlahuntikú o 13 deidades del supramundo; unidad conceptual indivisible en la cosmovisión Maya.
El término Cenote denota cualquier espacio subterráneo con agua, con la única condición de que esté abierto al exterior en algún grado, es decir, incluye toda manifestación kárstica que alcance el nivel freático. El número aproximado de cenotes en la península no se ha estimado dada la dinámica existente en su formación, pero el número estimado en el estado de Yucatán va de los 7 000 a los 8 000 cenotes; la cobertura de bosque ha hecho más difícil el cálculo para los estados de Campeche y Quintana Roo.
En la actualidad los cenotes aún constituyen la fuente primordial para el aprovisionamiento de agua de las poblaciones de la península; aun las pujantes ciudades de Mérida, Cancún o Playa del Carmen dependen de los mantos acuíferos para su desarrollo.
De igual modo, subsisten ciertas prácticas de la antigua veneración de los cenotes, pues los campesinos mayas suelen realizar rituales en estos espectaculares escenarios naturales.
Para los Mayas de Yucatán, los chacs o chaces, deidades de la lluvia, habitan en el fondo de los cenotes, y por ello son objeto de culto y veneración. En algunas comunidades creen que los traviesos Aluxob o Aluxes, (espíritus o duendecillos de la selva, habitan en las cavernas y en los cenotes, y por lo tanto, es necesario procurarlos con ofrendas; de igual manera, está muy generalizada la creencia de que ahí viven ciertos seres míticos, como la serpiente gigante que guarda los mantos de la vital sustancia, esta idea, en apariencia fundada en la existencia de una singular serpiente que habita en aguas cavernosas, parece ser una reminiscencia de la antigua serpiente celeste sagrada (Ahau Cán) símbolo relacionado con la lluvia, y fértilidad terrestre, asociada a las corrientes de agua superficiales y que son conocidas como chicchán por los actuales grupos étnicos mayenses, Los Chortís.