Montreal es una de las mayores y más pobladas ciudades de Canadá. Como curiosidad, cabe mencionar que se sitúa sobre la isla homónima, perteneciente al archipiélago de Hochelaga. Su nombre proviene de su maravilloso relieve, derivado de las palabras 'monte' y 'real', en honor a un elevación situada en centro de la isla.
A pesar de que fue fundada en 1642 por una colonia francesa, se tiene constancia de la existencia previa de numerosastribus nativas, cuyo origen es desconocido. Su rápido desarrollo, mezclado con su notable legado histórico han hecho de esta región una de las más prósperas de toda América.
Monumentos y distritos
Esta bella urbe ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos respetando su cultura y tradición. Por ello, desde hace más de un siglo viene siendo uno de los centros financieros más importantes del mundo. Igualmente, su elevado nivel sociológico se observa en sus universidades, las cuales se imparten tanto en inglés como en francés.
Un distrito donde contemplar el avanzado estado de Montreal es el Barrio Internacional. Aquí se encuentra la cara más moderna, con edificios como el Palacio de Congresos o la Torre de la Bolsa. Asimismo, disponen de algunos rascacielos, cuya altura llega a superar los 200 metros.
Como contrapunto está el Viejo Montreal, el casco antiguo. En este lugar se hallan los monumentos de mayor importancia, muchos de ellos construidos e influidos por la colonia francesa. Este es el caso de la Plaza de Armas, en la cual están la Basílica Notre-Dame y la estatua de Maisonneuve.
Un lugar turístico donde disfrutar de una agradable velada, con gran variedad de restaurantes sobre el agua es el Puerto Viejo. Si quieres conocer un poco mejor la cultura de esta ciudad, nada como acercarse a Pointe-à-Callière, lugar donde se fundó esta metrópolis y en donde se ubica actualmente el Museo de Historia.
Áreas naturales
Sin duda alguna, Montreal destaca por su hermosa naturaleza la cual, a pesar del enorme crecimiento arquitectónico de la ciudad, se sigue conservando un porcentaje bastante elevado de terreno. Un ejemplo de ello lo vemos en su majestuoso Jardín Botánico, el cual es el segundo mayor del mundo.
Fue inaugurado en 1931 como sólida propuesta por mejorar el medio ambiente. Dispone de numerosas áreas especializadas donde encontrar todo tipo de especies procedentes de cada rincón del planeta, como sucede con su Jardín Chino, el Jardín Japonés, la Rosaleda o el Insectarium, donde conocer también la vida de los insectos.
Otra importante muestra es la del complejo Agrignon, con casi 100 hectáreas, el cual cuenta con su propio zoológico. Asimismo, está administrado por el Jardín Botánico y posee una diseño similar al de los parque ingleses del siglo XIX. Sin embargo, si uno sobresale ese es el Parque Mont-Royal, con sus tres picos que pueden verse sobre el resto de la ciudad.
Un lugar sorprendente para descansar y pasear es el lago de los Castores. Fue realizado de manera artificial en 1938 por el arquitecto Frederick Todd Gage. Se dispone en una curiosa forma de trébol de cuatro hojas y en él se llevan a cabo todo tipo de entretenimientos y deportes, desde el esquí al patinaje.
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