Aunque el barrio rojo de Amsterdam se lleve la fama, Sankt Pauli acoge uno de los lugares de perdición y ocio adulto más importantes de Europa. Curiosamente en este barrio portuario de Hamburgo comenzó a consolidarse la carrera de los mismísimos Beatles, circunstancia que no pasaréis por alto si lo visitais porque hay continuas referencias al cuarteto de Liverpool. Cuenta con una larga calle principal, la Reeperbahn, donde se amontonan locales de copas y desenfreno, sex shops, teatros calentitos y todo tipo de lugares subidos de tono. Si echas un vistazo a los escaparates de las tiendas, las risas están garantizadas con los numerosos y variados artilugios relacionados con el sexo (localización en Google Maps).
Pero cualquiera que haya estado en Amsterdam sabe que la fama de su barrio rojo son los famosos escaparates donde se exhiben las mujeres que ejercen la prostitución, legal y controlada por el ayuntamiento con sus controles médicos obligatorios y sus alquileres. Pues esos escaparates también existen en Sankt Pauli. A diferencia de la ciudad holandesa, en este barrio de Hamburgo se esconden tras una especie de burladero donde advierten de la prohibición de entrar a menores de 18 años y a mujeres.
Una vez que superas esa barrera de entrada te encuentras con un enorme patio al que dan casas de dos plantas en cuyas escaleras y ventanas se exhiben las profesionales del sexo.
Un nuevo servicio turístico ofrece en Hamburgo visitas guiadas que siguen los pasos de los Beatles cuando llegaron siendo adolescentes y desconocidos en agosto de 1960. El recorrido de dos horas de duración, que puede ser contratado en ocho idiomas, tiene lugar básicamente en el barrio rojo ST. Pauli y hace paradas obligadas en los lugares en donde tocó la legendaria banda de Liverpool.
Los inspirados músicos de Liverpool comenzaron su carrera, tocando en clubes nocturnos. Nadie los conocía a comienzos de la década del 60, ni en Alemania, ni en Gran Bretaña. Por eso, ningún periódico registró la fecha de su primer concierto, en agosto de 1960, en un local llamado “Indra”. 30 marcos por cabeza cobraban por sus presentaciones, que en días de semana duraban cuatro horas y media, y los sábados seis horas.
Kaiserkeller se llama el segundo local que sirvió de escenario por ese entonces al conjunto, siempre en el mismo barrio. Le siguieron otros dos: el “Top Ten Club” y el “Star Club”. Fueron años de privaciones y problemas, entre los cuales se contó también la expulsión de Harrison en 1960, debido a que sólo tenía 17 años y sus papeles por lo visto no estaban en regla. El hecho dio pie a que Los Beatles se presentaran por primera vez en forma de cuarteto.
Hamburgo inaugura plaza en honor a los Beatles
Un gigantesco disco, no de vinilo sino de granito, recuerda en el barrio rojo de Hamburgo los inicios de Los Beatles, que cuentan ahora con la primera plaza del mundo en su honor.
Un gigantesco disco de granito, de 29 metros de diámetro, da forma a la plaza, sobre la que se levantan las siluetas de acero de John Lenon, Paul McCartney, George Harrison y una mezcla de Ringo Starr y su antecesor en la batería, Pete Best. Un poco más alejada se encuentra también la escultura de Stuart Sutclife, el quinto integrante del incipiente grupo de Los Beatles, que murió en 1962 en Hamburgo. Tampoco él podía estar ausente, cuando se trata de rendir tributo a los primeros acordes del conjunto musical más exitoso de todos los tiempos, o por lo menos el más recordado y homenajeado. La rigurosidad germana así lo exigía.
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