Un ejemplo de una ciudad antigua, con una larga historia, y que mantiene un ambiente que nos sugiere cómo era China en la época de Marco Polo.
Se trata de una pequeña ciudad medieval fundada en el año 1300, rodeada por una muralla cuadrada de seis kilómetros de longitud. Pingyao es una de las ciudades históricas mejor conservadas de China, cuyos orígenes de su ciudad antigua se remontan 2.700 años, y que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Pingyao se encuentra a medio camino entre Pekín Beijing y Xian, al norte de la provincia central de Shanxi, a algo menos 100 kilómetros de Taiyun, capital de la provincia.
Pingyao mantiene gran parte de sus edificios medievales, de las épocas de las dinastía Ming y Qing, distribuidos por su calle principal Ming-qing y las calles aledañas.
La muralla medieval de Pingyao, en su perímetro de seis kilómetros, tiene 12 metros de altura y 4 metros de ancho, con seis puertas y hasta 72 torres de vigilancia.
Sin duda, es el principal atractivo histórico de la ciudad, pues tras ser construida en el siglo XIV sobre los vestigios de la ciudad antigua de Pingyao, si bien tuvo alguna reforma, en la actualidad prácticamente mantiene la configuración original.
Los Tres Tesoros de Pingyao:
- pasear por las calles de esta ciudad medieval
- edificios históricos, como la Casa de la Familia Quiao, de 1756, o los Templos de Zhengou y Shuanglin, cercanos a la ciudad
- la muralla medieval
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