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En el centro, justo donde se encuentran las aguas del Mediterráneo occidental con las del oriental, se alza el archipiélago maltés, que ha trazado su vida y su historia al hilo de esta posición fronteriza. Puerto de entrada de todas las influencias de los grandes imperios, también ha sido la llave que abría o cerraba el paso por el Mare Nostrum.
Ansiada por su valor estratégico, Malta tuvo una existencia gloriosa durante el renacimiento y el barroco, cuando los Caballeros de la orden de San Juan de Jerusalén se instalaron en ella y la sembraron de palacios e iglesias.
Malta y las islas menores de Gozo y Comino se han convertido en un enclave turístico, equidistante de Italia y de la costa norteafricana. Ahora, como antaño, debe su personalidad a la mezcla de culturas encerradas por el intenso azul del Mare Nostrum.
La pequeña nación posee el misterio inherente al exotismo africano y la fascinación cultural común a la Europa Meridional. Y añade los 170 años de dominación británica, que han dejado en ella algo más que su pertenencia a la Commonwealth...
La República de Malta (en maltés: Repubblika ta' Malta, en inglés: Republic of Malta) es un país insular miembro de la Unión Europea, densamente poblado, compuesto por unarchipiélago y situado en el centro del Mediterráneo, al sur de Italia, al oriente de Túnez y al norte de Libia. Debido a su situación estratégica, ha sido gobernado y disputado por diversas potencias a lo largo de los siglos. Desde 1964 es independiente y en 2004 se adhirió a la Unión Europea.2
En 2008 tenía una población de 413.609 habitantes con una distribución de 1.262 hab./km², la más alta densidad de población entre los países de la Unión Europea.
El archipiélago maltés se encuentra en el límite de la Placa Africana, muy cerca de la Euroasiática. Lo componen las islas habitadas de Malta (la mayor en tamaño e importancia), Gozo y Comino (Malta, Għawdex y Kemmuna, respectivamente en maltés). En sus costas hay una gran cantidad de bahías que proveen buenos puertos. También cuenta con otras islas de menor tamaño entre las que destacan los islotes de Filfla y de Cominotto, o las Islas de San Pablo.
Contrariamente a la creencia popular, Malta no es el extremo sur de Europa. Este se encuentra en la isla Canaria de El Hierro (punta de La Restinga). El clima local es templado mediterráneo con inviernos lluviosos pero poco marcados (~14 °C) y veranos secos y cálidos (~25 °C). De hecho, sólo hay dos estaciones, lo cual atrae a muchos turistas, especialmente durante los meses estivales.
En medio de un anfiteatro natural se asienta la capital de Madeira:Funchal.
Cinco siglos atrás, colonos portugueses llegaron a este mismo lugar, a esta misma bahía soleada y brillante. Aquí crecía con abundancia el hinojo, ¿funcho¿ en portugués, por lo que se le dio ese nombre a la nueva ciudad. Funchal.
Con los años, fue creciendo la población gracias a la situación estratégica de la isla.
La isla de Madeira, a 900 kilómetros de Lisboa, estaba en ruta hacia las colonias portuguesas de África, Oriente y América. Posteriormente, fue el comercio internacional de productos tropicales cultivados en la isla lo que atrajo la atención de toda Europa sobre Madeira.
Un fenómeno más moderno, el turismo, es lo que ha terminado de conformar la isla.
Todos estos cambios no han conseguido cambiar el alma de su capital. Funchal se conserva como en siglos pasados, cuando la aristocracia europea la visitaba para experimentar la lujuria del trópico, el paraíso en la tierra.
Nápoles crece prisionera entre las montañas y las aguas del golfo, a la sombra inquietante del Vesubio que sólo está a 12 kilómetros de distancia. Nápoles, la capital del profundo sur italiano resulta para muchos una ciudad portentosa, donde los griegos dejaron para siempre los rasgos de su cultura y su carácter y los romanos su gusto por el lujo. Mezcla de todos los pueblos que la conquistaron, Nápoles se abre como un brillante poliedro de mil caras.
Al norte de Nápoles, el viajero entra en un paisaje de fuerte carácter agrario que sirvió de despensa a Campania. Carlos III mandó construir el descomunal palacio de Caserta para que albergara a la corte durante los calurosos veranos. El palacio está considerado la obra maestra del arquitecto Vanvitelli.
Muchos identifican a Capri con la Isla de las Sirenas de las leyendas griegas, cuyo hechizo pudo sortear Ulises. Y tal vez sea cierto porque a lo largo de su historia parece como si un hechizo siguiera atrayendo a visitantes de todos los tiempos y culturas. Lo cierto es que su extraña belleza ha seducido a grandes personajes.
De Sorrento a Salerno las montañas se encuentran bruscamente con el mar formando un sin fin de entrantes y salientes, de acantilados con amplias perspectivas, pueblos trepadores por las montañas, casas de pescadores y de artistas. En la costa amalfitana pervive un concepto del ocio y del placer en el que se dan cita todas las artes para crear una estética depurada unida a la naturaleza.
Nápoles (en napolitanoNapule, en italianoNapoli) es la ciudad más poblada del sur de Italia, capital de la región de Campania y de la provincia de Nápoles. La ciudad de Nápoles administrativa tiene algo menos de 1 millón de habitantes que unidos a los de su área metropolitana, se elevan a 4,4 millones. Sus habitantes reciben el gentilicio denapolitanos. Está situada a medio camino entre el monte Vesubio y otra área volcánica, los Campos Flégreos.
Tiene una gran riqueza histórica, artística, cultural y gastronómica, lo que llevó a la Unesco a declarar su centro histórico Patrimonio de la Humanidad. Griegos, romanos, normandos y españoles han dejado su huella en la ciudad. De mano de los últimos, la ciudad fue el centro político del reino borbónico de las Dos Sicilias. En el siglo XX, primero durante el fascismo y en la reconstrucción subsiguiente a la Segunda Guerra Mundial se construyó gran parte de la periferia. En las últimas décadas, Nápoles se ha dotado de una zona comercial con rascacielos e infraestructuras como el TAV a Roma o una red de metro en proceso de expansión. Por otra parte, también le acucian grandes problemas como el crimen organizado, muy presente en la vida de sus habitantes y que constituye un freno al desarrollo económico y social; o de otra naturaleza, las fuerzas telúricas: la ciudad ha sufrido grandes terremotos y la actividad volcánica es vigilada constantemente.
Kérkira, o Corfú, es la primera escala de nuestro viaje a Grecia, siguiendo los pasos de los primeros expedicionarios europeos, que llegaron a este país deseosos de pisar su suelo mítico y recuperar ideales de la Grecia clásica.
A los pies de la Acrópolis, Atenas muestra su desarrollo vertiginoso y nos descubre sus modernas ágoras. Y, junto a Delfos, donde se creyó que estaba el centro del mundo, se sorprenden pueblos y lugares que no entran en las rutas turísticas, en los que se cultivan costumbres ancestrales.
Más tarde el programa se acerca a los conventos de Meteora antes de embarcarse para recorrer el Mar Egeo.
Todavía es posible encontrar en las Cícladas lugares en los que estar a solas entre el mar y el cielo. En la árida Ios, la isla donde está enterrado Homero, se puede convivir con pescadores y pastores y compartir una playa con las cabras. Mikonos, punto de cita de hedonistas de todo el mundo, tiene una cara menos conocida, pero en la que se manifiesta el verdadero espíritu griego.
Qué ver en Grecia
Grecia es un país que, al igual que sus vecinos Italia y España, atesora un pasado glorioso y tiene el orgullo de haber sido, durante siglos, el centro del mundo. No es de extrañar, debido a que se considera al país helénico como la cuna de Occidente, ya que en él se desarrollaron la democracia moderna y los sistemas políticos de la actualidad, el pensamiento filosófico, la literatura, escultura, arquitectura y arte de todo tipo, e incluso, la economía.
La belleza de Grecia es indudable, así como su valor cultural e histórico, su gastronomía mediterránea, y su estilo de vida despreocupado. Un tesoro mundial a orillas del Mediterráneo, compuesto por una península y más de 6000 islasde gran belleza, de múltiples atractivos.
En la actualidad, Grecia atraviesa un difícil periodo debido a la gran incidencia que ha tenido en este país la crisis económica, pero eso no debe impedirnos visitarla y admirarla como se merece, ya que en Grecia, se puede acariciar la historia clásica y tener contacto directo con los pilares de la civilización occidental.
Atenas, la capital de la República Helénica
Atenas es la capital de Grecia y la ciudad más poblada del país. Ha sido durante años, y es en la actualidad, uno de los destinos más visitados por turistas de todo el mundo. Atenas es una ciudad gris, caótica, de tráfico suicida e imparable, abarrotada hasta los límites por peatones que no parecen temer la fiereza de los vehículos, y habitada por curiosos y singulares perros, que siguen a los turistas e, incluso, les guían hacia la Acrópolis si es menester. Sin embargo, esconde en su interior su extraordinario pasado y las más tradicionales costumbres griegas, en conjunción con las más modernas tendencias.
Es inexcusable viajar a Atenas y no visitar la famosa Acrópolis, con el increíble Partenón, uno de los símbolos del país y de la cultura clásica. Aunque desde hace años está repleto de andamios y de obras de restauración sin acabar, los turistas podrán apreciar esta singular obra arquitectónica, a la vez que se recrean con las famosas Cariátides del templo Erecteión. Una visita al Museo de la Acrópolis nos mostrará lo que las obras y la rapiña de muchos países no nos han dejado ver fuera.
Otro de los aspectos interesantes de esta ciudad es el conocido y colorido barrio de la Plaka, repleto de restaurantes, bares y tiendas de todo tipo. También conviene visitar la plaza Sintagma, donde se sitúa el Parlamento griego, y donde guardias ataviados con el traje típico griego, rinden homenaje en la Tumba del Soldado Desconocido, en un curioso desfile. Y por supuesto, hay otra visita obligada en esta ciudad si lo que se desea es obtener una panorámica perfecta de Atenas y sus alrededores: el Monte Likavitos o Licabeto, que se mantiene erguido sobre la ciudad, y al que se accede por un funicular.
Otras ciudades importantes
Son tantas, y de tanta riqueza cultural que es imposible recorrerlas todas en un mismo viaje, y por supuesto, en el poco espacio del que dispone este reportaje. No obstante, hay tres ciudades griegas que destacan sobre las demás, por su gran interés arqueológico: Delfos, Salónica y Patras.
Una visita a la ciudad de Delfos y, particularmente, al Templo de Apolo, convencerán al visitante del motivo por el que Delfos fue una de las ciudades más importantes de Grecia. En ella se hallaba el famoso 'Oráculo de Delfos', que pronosticaba a la gente su futuro, y que inspiró grandes obras literarias y llegó a condicionar la política de las ciudades-estado griegas. Delfos contiene varios tesoros, como la gran Esfinge de los Naxios, y los templos donados por Atenas, y otras ciudades en honor al dios griego Apolo.
Siguiendo con nuestra visita, no podemos evitar detenernos en Salónica o Tesalónica. Esta ciudad es la más importante de la región de Macedonia, y un enclave importante de comercio y comunicación para toda Grecia. Situada en la desembocadura de tres ríos, y junto al Mar Egeo, Salónica posee una belleza singular e infinidad de atractivos culturales y arqueológicos, como la Torre Blanca (símbolo de la ciudad) o el Arco de Galerio, entre muchos otros.
Otro destino turístico famoso en Grecia es Patras. Esta ciudad es un importante centro económico y cultural para Grecia, una importancia que radica sobre todo en su buena ubicación geográfica. Considerada como 'La Puerta del Oeste de Grecia', Patras presenta una belleza autóctona singular. Entre sus muchos atractivos destaca su famoso carnaval.
Aunque no figuren extensamente en este apartado, otras ciudades dignas de admirar de Grecia son el Pireo, Corinto, Heraklion y Larissa.
Las islas griegas
Sin duda, uno de los atractivos más espectaculares de Grecia, son sus islas. Divididas en archipiélagos, son un importante centro de turismo desde hace algunos años. Estas islas ofrecen paisajes únicos en el Mediterráneo, grandes oportunidades de ocio y asentamientos arqueológicos de enorme belleza e interés.
Quizás las islas más famosas de Grecia sean las Cícladas, debido a Mykonos y Santorini, dos de las islas más hermosas del Mar Mediterráneo, con sus pueblos de casas de paredes encaladas, sus espectaculares paisajes y playas, y sus muchas actividades de ocio, tanto diurnas como nocturnas.
Si lo que se desea es ver un amplio panorama cultural, mientras se disfruta de la naturaleza isleña en todos su esplendor, las Islas del Dodecaneso deben ser la elección principal. Otro destino insular importante en Grecia es, por supuesto, la famosa Isla de Creta, la más grande del país.
Pero si lo que os gusta es disfrutar del ambiente y la cultura griega auténticos, sin complejos hoteleros y actividades turísticas, mientras os rodea la naturaleza e infinidad de paisajes singulares, es preciso acudir a las Islas del Sarónico, las Espóradas y, por supuesto, lasIslas del Egeo Norte. Una experiencia única, para viajeros que no sólo desean ver la Grecia turística, sino también la auténtica.
El viaje comienza en el Norte de Holanda. Recorriendolo en coche o bicicleta se tiene la sensación de estar ante el "skyline" mas horizontal del mundo.
El topónimoHolanda (en neerlandés: Holland) se utiliza en referencia a una región histórica de los Países Bajos, que desde 1840 está dividida en dos provincias, Holanda Septentrional y Holanda Meridional. Está situada en la parte occidental del país. Su idioma también es conocido tradicionalmente, por extensión, como holandés, aun cuando su nombre oficial es neerlandés.
En el pasado, el antiguo condado Holanda fue miembro principal de las Provincias Unidas (1581-1795). Debido a su importancia histórica en la región, el término Holanda se ha venido usando tradicionalmente como el nombre del país, siendo Países Bajos la denominación oficial. Sin embargo, durante el reinado de Lodewijk I (Luis Bonaparte) de 1806 a 1810, el estado llevó el nombre de Reino de Holanda.
La capital de Holanda es Ámsterdam, su extensión es de 5.493 km2 y colinda al sur con Zelanda, al norte con Frisia, al este con el mar del norte y al oeste con Flevolanda, Utrecht, Güeldres y Brabante Septentrional. La suma de los habitantes de las dos provincias es 6.144.430 habitantes, lo que supone en 36,6% de los Países Bajos.