Aldeas iglú en Suiza

Suiza cuenta con cinco aldeas iglú ubicadas en Davos-Klosters, Engelberg-Titlis, Gstaad, St. Moritz y Zermatt. Todas ellas tienen un ambiente y encanto propio. Visitar o incluso pasar la noche en uno de estos palacios de hielo es toda una experiencia.

Aldea Iglú en Zermatt

Toda una experiencia en uno de los marcos alpinos más espectaculares del mundo.

Pasar la noche en esta Aldea Iglú supone dormir a 2.727 metros de altura, en el Gornergrat. El Monte Cervino o Matterhorn, la montaña más famosa de Suiza y sin duda alguna una de las más fotografiadas del mundo, será su vecina de enfrente.

Una experiencia inolvidable y una de esas cosas que uno no deber perderse en esta vida. La aldea iglú de Zermatt es actualmente la que se encuentra a mayor altura.

Novedad, el «Hot-Iglu»

Disfrute de toda la experiencia de dormir en un iglú pero sin pasar frío. Se trata de una mini carpa con chimenea conectada directamente con la aldea iglú.

Aldea Iglú en Gstaad

Las vistas sobre los Alpes nevados y los dos glaciares son espectaculares.

En el Saanerslochgrat, los amantes del invierno tienen la oportunidad de introducirse en el mundo de los esquimales en una aldea iglú, construida completamente de nieve, a 2000 metros de altura.

En este hotel, su alojamiento a 0 °C se transformará en una experiencia inolvidable, ya sea en el bar, el salón, el restaurante o en uno de los numerosos iglús. Para entrar en calor, los huéspedes tienen a su disposición una sauna, mientras que la Suite Romantik cuenta con una burbujeante piscina de hidromasaje privada y ubicada parcialmente debajo del cielo estrellado.

Aldea Iglú en St. Moritz - Engadin St. Moritz

Junto a la estación de montaña Muottas Muragl y con vistas sobre los lagos de la Alta Engadina se encuentran dos grandes iglús decorados con todo tipo de esculturas de hielo. Uno de ellos es un bar y el otro un restaurante gourmet.

Una propuesta gastronómica que si bien no tiene habitaciones, vale la pena probar por sus delicias a pie de pista.

Aldea Iglú en Davos Klosters

En la estación de esquí de Davos-Klosters, la aldea iglú se integra muy bien en la zona de esquí de Parsenn. A su alrededor se encuentran cuatro zonas de esquí de gran calidad. Así pues, todo aquel que, tras una velada en una sauna o un jacuzzi por encima de la elegante metrópolis alpina, quiera esquiar antes de que se inicie el bullicio de los remontes, tiene todas las pistas para él sólo.

Aldea Iglú en Engelberg-Titlis

Rodeada de un paisaje salvaje y a la vez romántico, esta aldea disfruta de hermosas vistas del panorama alpino. La aldea se encuentra en el monte Titlis, junto al lago de Trübsee. A sus pies está el pueblo de Engelberg y a 30 km la hermosa ciudad medieval de Lucerna.

Novedad, el «Hot-Iglu»

Disfrute de toda la experiencia de dormir en un iglú pero sin pasar frío. Se trata de una mini carpa con chimenea conectada directamente con la aldea iglú.

Más información

Información facilitada: www.myswitzerland.com/es/

BADEN (Suiza)

Esta pequeña ciudad suiza es la capital del Distrito de Baden y geográficamente pertenece al Kanton Aargau, su población supera los quince mil habitantes y principalmente se la conoce por los numerosos manantiales de azufre que brotan en ella, de ahí que los romanos la bautizaran como “Aquae Helveticae”.

El agua termal más rico en minerales de toda Suiza brota en Baden de 18 manantiales de azufre de 47 °C. Baden es renombrada, desde la época de los romanos (en aquel entonces "Aquae Helveticae"), como balneario alegre. Ya hace mucho tiempo se iba formando a orillas del Limmat un barrio de balnearios de suntuosos edificios. Personalidades como Goethe, Nietzsche y Dürrenmatt aprovecharon el agua termal de Baden para relajarse. Hoy, se suele bañar en los baños termales públicos, mientras que las ofertas wellness se aprovechan más bien en los baños privados. Mientras tanto, el barrio termal es - con sus numerosos hoteles - un oasis de la calma. 

La animada y pequeña ciudad, a sólo 20 minutos de Zurich y del aeropuerto, presenta una rica oferta cultural. Entre sus grandes atractivos se cuentan festivales internacionales y el Grand Casino. El casco urbano libre de coches con murallas y edificios históricos, varios teatros y museos renombrados atrae asimismo a los aficionados a la cultura. La fundación Stiftung Langmatt es una de las mejores colecciones de arte de Suiza. Las familias de industriales Brown y Boveri dejaron cuadros y muebles valiosos de la época del impresionismo. En el museo suizo para niños, los peques se sentirán a gusto, enfrentándose con obras de 300 años del mundo infantil. 

Cerca del parque del balneario con sus viejos árboles y el Grand Casino se halla la dorada Power Tower, diseñada por los arquitectos de Basilea Diener & Diener para los consorcios ABB y Alstom. En polígonos industriales abandonados se van formando asimismo nuevos centros urbanistas. En el cercano y antiguo recinto ABB se encuentra mientras tanto un centro de atracciones con cine multiplex, café y salas de congresos.

Destacamos

• Museum Villa Langmatt - colección privada más importante de impresionistas franceses.
• Schweizer Kindermuseum - el museo infantil suizo documento desarrollos históricos y actuales acerca de los temas familia, niñez y juego.
• Relajamiento y salud en el agua termal más rica en minerales de toda Suiza.
• Zisterzienserabtei Wettingen - monasterio cisterciense mejor conservado de Suiza. Claustro con importantes pinturas sobre cristal del siglos XIII y XVII.
• Industriekulturpfad Limmat - sendero para una excursión a los edificios importantes de la historia industrial entre Wettingen y Brugg.
• Belvédère Baden – hermosa vista panorámica al casco antiguo de Baden.

Eventos principales

Badenfahrt - gigantesca fiesta popular recordando los habitantes protestantes de Zurich que solían viajar a la alegre ciudad de Baden para tomar las aguas (a intervalos de diez años).

Verano

Además de ofrecer festivales culturales internacionales, una amplia oferta teatral, un oasis de bienestar y el Grand Casino, Baden también es una ciudad verde.

Ruinas de Yonaguni, Japón

Las ruinas de Yonaguni, como son conocidas estas estructuras, están localizadas a los alrededores de la isla del mismo nombre y a 200 metros de la región de Arakawabana. Descubiertas por casualidad por el submarinista japonés Kihachiro Aratake, son consideradas el mayor descubrimiento de los últimos 50 años, pudiendo significar la existencia de una Atlántida japonesa.

Sumergida a varios metros, sigue siendo un misterio el origen de Yonaguni, ya que los historiadores no se ponen de acuerdo si son formaciones naturales o hechas por la mano del hombre. Según su datación, tendrían una antigüedad de aproximadamente 10,000 años, siendo, en caso de ser una construcción artificial, la edificación más antigua de la historia de la humanidad. Tras el terremoto de 1998 se pudieron apreciar nuevas estructuras jamás vistas anteriormente, cuyas formas son similares a los zigurats de Mesopotamia y a las construcciones Incas, con características insospechadas que, según algunos, desmentirían su origen geológico. 

El siguiente video con subtítulos en español

La República de los Niños, Argentina

La calle principal de la República

Hasta hoy, la República de los Niños sigue siendo lo más parecido a Disneylandia que los argentinos pudieron construir. El mito es que Walt Disney lo visitó allá por los años "50 y le sirvió de inspiración para luego crear Disney World. Es muy probable que así haya sido pero, lamentablemente (todavía) no se ha podido comprobar.

El camino más rapido para llegar desde Capital Federal es ir hasta la ciudad de La Plata por la autopista y luego tomar por Camino Belgrano. A junio de 2014, la entrada cuesta $20 por persona (+ $10 de estacionamiento). Por las dudas,aquí copio el link al sitio "oficial" de la República.

Lo primero que uno encuentra es una aldea de estilo centro-europeo que recuerda a algún cuento de hadas ambientado en Villa General Belgrano (Córdoba), por decir algo. Esta singular República fue inaugurada en 1951 por Perón y Evita para que los niños conozcan cómo funcionan las instituciones de una democracia. Tiene edificios inspirados en el Palacio Ducal de Venecia, otros en el Parlamento Inglés y otros en el Taj Mahal de India.

Hay algunos detalles de descuido: en el Parlamento, las sillas necesitan reparación y/o reemplazo, por ejemplo. Pero son detalles. En general, todo está bastante limpio y el pasto está cortado en todo el predio, por lo que muchos vecinos lo utilizan para ir a tomar mate, hacer footing/trotting y pasar la tarde.

La calle principal se llama María Elena Walsh y tiene parlantes donde suena su música permanentemente. Incluso funciona un trencito de madera a gas-oil que, por apenas módicos $7, lleva a recorrer el predio y se mete en túneles que divierten a los niños. Julieta Venegas grabó allí el vídeo de su tema "Eres para mí".

Podríamos decir que el lugar está bien pensado paisajísticamente, aunque se recorre bastante rápido: 3 horas es suficiente para hacer todo, aunque también hay juegos de plaza (hamacas, toboganes, etc.) y shows infantiles. Servicios: hay baños, una confitería, un restaurante, un kiosko, una tienda de juguetes y hasta una capilla donde se hacen misas y se ofician bautismos. Desde 1968, funciona el Museo Internacional del Muñeco, con marionetas que muestran los trajes típicos de todos los países del mundo. En este link hay mucha más información.

Si luego les sobra tiempo, pueden quedarse a tomar mate en el pasto o ir a recorrer la ciudad de La Plata y sus joyas: el Museo de Ciencias Naturales, la Catedral...

Hallerbos, el bosque azul (Bélgica)

En Bélgica, hay un bosque que parece sacado de un cuento de hadas, de mas de 550 hectáreas que, desde que empieza la primavera y hasta mediados de agosto aproximadamente, está cubierto por una alfombra de jacintos y flores campanilla y su característica principal es el color azul y violeta. ¡Es precioso y espectacular! Su nombre es Hallerbos

Bluebell Forest - Hallerbos Belgium from Boris Godfroid on Vimeo.

Como ir:

De Bruselas a Namur, a unos 20 km de la capital belga, se encuentra a las afueras de la  ciudad de Halle

Los belgas lo conocen como Hallerbos, aunque hay señales en el camino que lo citan como Bois de Hal o Bosque de Hal, aludiendo a la ciudad en la que se encuentra.  Apenas está a unos 10 km al oeste de Waterloo.

La mejor época para visitar este bosque es durante el mes de abril, cuando la primavera ha explotado definitivamente.  Es el mes en el que las campanillas y los jacintos abren a la vida sus colores, convirtiendo al Bosque de Hal en una alfombra de princesas y cuentos de hadas.  La belleza que desprende este rincon de la naturaleza es sublime y exquisita.

Miles y miles de jacintos y campanillas brotan bajo la sombra de los abedules que sirven de paraguas al bosque.